miércoles, 24 de noviembre de 2010

Las pymes auguran un buen 2011

Como cada año, el integrador de soluciones logísticas norteamericano UPS, presentó su relevamiento anual de expectativas de los ejecutivos de pequeñas y medianas empresas de toda América latina, el UPS Business Monitor Latin America, realizado por TNS Gallup.

Durante dos meses, más de 800 empresarios dan cuenta de cuál es la sensación térmica percibida para los negocios en 2011. Los resultados fueron contundentes: la economía está mejor en 2010 respecto de 2009, y las proyecciones son más que interesantes para 2011.

Este tipo de informes, que pretenden ser lo menos subjetivos posibles, son claves para los tomadores de decisión e, incluso, deberían serlo también para los políticos.

Que una región como América latina -castigada históricamente por ser la de mayor desigualdad de todo el mundo, y tratada siempre con cierto menosprecio y hasta subestimación por las potencias desarrolladas- ahora esté en boca de todos como el área donde conviene hacer negocios no es mérito solo del poder de compra de materias primas de Asia, ni de la adopción de recomendaciones de las entidades multilaterales de crédito, ni de la suerte.

Tal vez haya sido una cuestión de “tiempos”, y ahora le toca a la región saber capitalizar el potencial que enfrenta.

El 80% de los entrevistados por la encuesta de UPS convino en que su situación mejorará en 2011. Esto es un dato sobre el empleo: crecimiento significa un negocio escalará, y para eso habrá apuestas: inversiones en capital y en recursos humanos.

El consenso económico actual –que debió mancillar la teoría económica neoliberal y de neto corte capitalista que dominó el escenario en la década del 90 y que ahora enfrenta límites para mantenerse vigente- señala que son los números de creación de nuevos puestos de trabajo los que hay que ver en todo el mundo para determinar la salida de la brutal crisis.

No es lo mismo que baje el desempleo a que se creen empleos nuevos. El primer concepto puede esconder los subsidios de los Gobiernos, mientras que el segundo revela que el entramado privado está empezando a moverse de nuevo.

Si América latina promete crear nuevos empleos, ese es el signo visible de que el crecimiento es real. Y puede, también, traer aparejado un mayor valor agregado en la oferta productiva.

El comercio exterior, una de las áreas que mayor énfasis tiene en cuenta el relevamiento, demuestra ser uno de los sectores económicos de mayor vigor. Los empresarios pymes latinoamericanos señalaron como mayor desafío la búsqueda de socios estratégicos en el exterior y la prefinanciación de exportaciones.

Nuevamente, Brasil es a América latina lo que China al Asia: el desarrollo del campeonato mundial de fútbol en 2014 y de los Juegos Olímpicos en 2016 conforman una catarata de negocios del que se beneficiará absolutamente toda la región.

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