lunes, 19 de diciembre de 2011
NEGOCIOS CON CHINA : BIBERONES BLANCOS
martes, 15 de noviembre de 2011
BOLILLA 2 : CHILE Y UNA CONTINGENCIA AUSPICIOSA
Importaciones Top Chinas desde Chile en 2011
Fuente: URUNET-URUNET, en base a datos de Aduana
martes, 1 de noviembre de 2011
EL pequeño Gran Hermano
Con más de 192 millones de habitantes y un crecimiento económico que no ve horizonte cercano, Brasil continúa bailando su danza.
China ha contribuido con varias notas, pero el pentagrama completo sigue siendo autoría de una economía que ubico los bemoles correctos en la hora más difícil; la del auge.
Si bien la realidad fue un poco más magra que los pronósticos (4%), a fines de Octubre se ajusta el número del PBI anual a 3.5 %, con una cifra que se prevé rondará los 2.440 billones de dólares (datos del FMI).
Esto llevará a Brasil a ocupar el sexto lugar en las economías del mundo, ganando posición en una fila, donde hoy deja atrás a economías como la de Gran Bretaña.
Uno de los micro podios que sustenta ese avance reside en las exportaciones, un nuevo año de crecimiento que acumulado desde enero a octubre, arroja cifras de 202. 071 millones de dólares (datos del Ministerio de Industria, Desarrollo y Comercio Exterior de Brasil).
De todas formas el debe sigue estando en la inflación que hoy alcanza guarismos por encima del 7 %.
Una presidente que entró con una idea fuerte de ahorro y que la continúa defendiendo a capa y espada, envía el mensaje de que no se gastará ninguna ganancia adicional sino que por el contrario se ahorrará. Aumenta para eso la meta original del superávit fiscal primario de Enero, entre un 0.25 y un 0.30 %, pero reafirma el compromiso de no recortar los programas sociales prioritarios para el gobierno.
Rousseff continúa con la purga de corrupción en los ministerios y parece no cansarse a la hora de devolver un Brasil saneado de gasto público superfluo.
Por su parte China mantiene una hermandad que aunque muy cuestionada sigue con lazos firmes. La Agenda China de fines del 2007 se viene concretando sin dilaciones, y la meta de triplicar las exportaciones hasta 2010 y aumentar las inversiones en Brasil, llevan hoy un “ok” de cumplido. Del lado brasileño, el viaje de Lula del 2009 también creo hojas de la misma agenda, estableciendo un plan de acción conjunta para el período 2010-2014 en el que se estimulaba la exportación de carne de pollo y cerdo. Petrobras también recibió su parte; mediante un acuerdo de financiamiento recibía 10 millones de dólares del Banco de Desarrollo de China, y ofrecía a cambio petróleo a la empresa china Sinopec.
El tablero de la Economía Internacional es intrincado, su decir y su hacer muchas veces no siguen la misma jugada, y por momentos hay mucho más que dos colores a jugar en la partida. China llegó a comprar 30.700 millones de dólares en 2010, mayoritariamente en productos primarios como el cuero, el hierro, el acero, la soja, los granos y el petróleo, permitiendo así que el resultado final fuera una balanza favorable para Brasil. Pero este último sigue viendo con ojos suspicaces las intervenciones en el mercado interno, de un hermano con precios tan bajos de producción con el que se le hace cada vez más difícil competir.
Cuando las voces de los comerciantes y empresarios brasileños estaban en su máxima expresión de rechazo, nuevamente China sorprendió, tomando medidas de apertura que a decir de la propia Michelle Bachelet actual directora de la ONU Mujeres "se espera que las iniciativas de consumo en China, como las medidas para proporcionar cobertura de protección en salud, pensiones y desempleo, reduzcan los ahorros precautorios, eleven el poder de compra e impulsen el consumo interno con implicaciones profundas y positivas para China y la economía global".
Brasil entonces visualiza una puerta libre y más ancha que para los demás, con la cual poder perfeccionar el vínculo fraternal, que hoy todavía no termina de cuajar.
El tablero está activo, el juego lleva ya su tiempo pero todavía no hay un jaque claro, por el momento es solo una partida a tablas, y es lo más deseado para el bien de estos hermanos y para el resto de las economías del mundo, de ahora en más.
Jugada a jugada, beneficios mutuos, ganancia global.
Brasil y sus Exportaciones Top en 2011
Las materias primas se llevan los primeros lugares en el ranking de exportaciones del año en curso en Brasil.

viernes, 14 de octubre de 2011
EN BUSCA DE LOS TEMAS PERDIDOS - CHINA
China - Productos Top de Importación CIF 2011
En los primeros 8 meses del año los principales productos de importados por China están liderados ampliamente por los aceites crudos de petróleo.

lunes, 31 de enero de 2011
La hermandad latinoamericana
Productores ecuatorianos desfilaron por el Parlamento norteamericano para “cabildear” a favor de la extensión de las preferencias arancelarias, y lograr mayor liberalización del comercio.
En tanto, Brasil toma la batuta del Mercosur, y pese a no contar con la presidencia pro témpore, los comisario europeos entienden que es precisamente éste país el interlocutor más conveniente para lograr en 2011 el mentado acuerdo de asociación integral entre el bloque sudamericano y
Es más, y yendo más lejos,
Crisis al margen, parece irreversible el hecho de que las economías (los países) se desarrollan (crecen y generan riqueza para distribuir) de dos maneras: aumentando su oferta (inversiones) y aumentando los mercados donde colocarlas (exportaciones).
En este marco, los acuerdos de preferencias arancelarias, de libre comercio, son la llave para cumplir con el manual al pie de la letra.
Recientemente,
¿Por qué son importantes los acuerdos de complementación económica (ACE) firmados dentro de
De hecho, el comercio interamericano es el más rico para cada país miembro en término de exportaciones de manufacturas: se exporta a la región más productos elaborados (62%) que materias primas, todo lo contrario a lo que sucede fuera de la región (donde solo el 46% son manufacturas).
¿Quiénes le sacan más el jugo a estos acuerdos? Brasil,
Cada “hermano” latinoamericano es, en última instancia, la primera puerta de entrada para el comercio exterior de las pequeñas y medianas empresas, dueñas indiscutidas, en todo el mundo, de dos factores clave para el desarrollo económico de un país: mayor proporción de valor agregado por tonelada exportada y mayor proporción de empleo por volumen comercializado.
Las empresas y los mercados de capitales
La especulación financiera es una industria que mueve billones. Se forja en paralelo a la economía real, la de la producción de bienes y servicios que se compran y venden. Hay una economía física –esta última- y otra virtual.
Cuando una empresa de la “economía real” ve que su producto tiene en el exterior, digamos, buena llegada, de seguro querrá aumentar su oferta para maximizar esa buena demanda.
Puede recorrer varios caminos: tomar parte del dinero que ganó y reinvertirlo en más maquinaria para aumentar su producción (autofinanciamiento); puede optar por el sistema tradicional de créditos bancarios o de subsidios estatales (si los hay), o bien, puede aventurarse en las aguas desconocidas del mercado de capitales.
La primera opción tiene el techo que le da la ganancia que tuvo para reinvertir. La segunda pone al empresario frente a trabas como la evaluación del riesgo que hacen los bancos (miran el pasado de la empresa) y la politización con la que suele manejarse los subsidios públicos. La última es desconocida y está teñida de la especulación y la “timba” bursátil.
Como en todo, hay ejemplos buenos y ejemplos malos. Toda empresa necesita financiarse (léase endeudarse) para ampliar horizontes, si lo que pretende es mantenerse en la competencia global, mejorar su producto, diversificar su oferta y los mercados a los que llega con ella.
Aceptado este presupuesto, cada país goza de mayor o menor salud “financiera” para curar el mal de la falta de liquidez de sus empresas. ¿Son importantes los “balances” de un Estado para las empresas? Si, la historia remota y contemporánea demuestra que un Estado enfermo poco puede ayudar a su fuerza productiva. Su sistema bancario, por otra parte, acusa recibo y restringe su ayuda también. Las empresas, así, quedan en un “ayuno” crediticio.
Por otra parte, en el mercado de capitales se cruzan dos necesidades: la de aquellos que tienen plata y la de aquellos que la necesitan.
Los que tienen el recurso pueden ser inversores particulares: alguien que ganó dinero en su actividad, dispone de un capital que quiere invertir y no quiere comprar divisas (dólares, euros) por el temor a la oscilación de su cotización, ni un inmueble (tal vez no dispone de tanto como para comprarlo), ni abrir un plazo fijo (porque da una tasa que es menor a la inflación: puede tener un 14% más dentro de 12 meses, que es lo que ofrece el plazo fijo, pero si la inflación supera esa tasa, dentro de 12 meses el poder de compra de su capital será menor). Pueden ser también inversores institucionales: fondos de pensión, fondos bancarios, o incluso fondos públicos.
Los que necesitan la plata son las empresas. Se encuentran inversores y empresas en el mercado de capitales y los primeros ofrecen liquidez a cambio de la emisión por parte de las empresas de instrumentos que adquieren múltiples nombres: pueden ser obligaciones negociables o valores de corto plazo (emisiones de deuda privada similares a los bonos que emiten los Estados), pueden ser menos ambiciosos (la venta de “cheques” con que las empresas cobran sus operaciones pero que se acreditan a muy largo plazo: los canjean por dinero, con una quita, claro), o pueden ser muy ambiciosos y hacer una oferta pública de acciones de la compañía, buscando así asociarse con estos inversores.
Ahora bien, la teoría, como en todo, suele ser fascinante. La práctica, en cambio, suele poner en evidencia que sin el debido control, las partes pueden adulterar los principios básicos y “operar” en su beneficio.
La historia financiera abunda en ejemplos de cómo los operadores (que reciben comisiones por la colocación de instrumentos de deuda públicos y privados) han ensalzado papeles no por la virtud del deudor, sino por el negocio en sí mismo. Se desvirtúa el fin de financiar empresas y la operación del mercado de capitales se convierte en un fin en sí mismo.
También hay casos de empresas grandes y pymes que han sabido recurrir a esta plaza “virtual” de financiamiento, con notorios resultados, con auditorías de todo tipo, y una transparencia que a futuro les garantiza plazos más largos de préstamos y tasas menores por buen cumplimiento.
Conclusión: toda empresa, sobre todo las que operan en comercio exterior, necesita endeudarse para crecer. La capacitación en los instrumentos disponibles en los mercados es vital para conocer las mejores condiciones.
jueves, 20 de enero de 2011
Los rankings, caprichosas fotos
El Banco Mundial publicó su informe anual Doing Business 2011, un complejo estudio que viene realizando desde 2006 que mide el grado de regulaciones que existen en 183 países para hacer negocios.
El eje central del estudio es evaluar la facilidad (o dificultad) que ofrece cada país para hacer negocios. Y cómo evoluciona año tras año, continuidad que permite, por ejemplo, poner en valor las medidas que tomaron los países frente a, por ejemplo, momentos de crisis internacionales.
El grado de facilidad para hacer negocios considera nueve variables: trámites y tiempos para abrir un negocio; manejo de permisos de construcción; registro de propiedades; obtención de créditos; protección de los inversores; pago de impuestos; comercio transfronterizo; cumplimiento de contratos, y cierre de empresas.
El promedio de todos estos datos genera el rótulo del mercado en cuestión respecto de qué tan “amigable” es el entorno para los negocios.
En la última guía, para América latina, sobre 32 economías analizadas, los cinco mejores de la región fueron: México, Perú, Colombia, Chile y Puerto Rico. Los cinco peores, en cambio, fueron: Venezuela, Haití, Surinam, Bolivia y Honduras.
¿Dónde se ubicó la octava potencia mundial? Brasil está 26 sobre 32. La Argentina, 22. Uruguay, 24. Paraguay, 21.
El ranking que mide la apertura de negocios está liderado por Puerto Rico, Jamaica, Panamá, Dominica y Santa Lucía. A la cola se ubicaron Haití, Surinam, Bolivia, Guatemala y Ecuador.
En permisos de construcción, las pequeñas islas del Caribe dominan la escena, y el país más complicado para obtenerlos es la Argentina, seguido por Puerto Rico, Guatemala, Uruguay y Nicaragua.
Guatemala es el país donde más fácil resulta obtener un crédito, junto con Perú, Puerto Rico, Panamá, Trinidad y Tobago y Honduras. En cambio, resulta muy difícil hacerlo en Venezuela.
¿Qué países garantizan una mayor protección a las inversiones? Colombia, Puerto Rico, Perú, Chile y Trinidad y Tobago. Por otra parte, las inversiones no tienen tanto resguardo asegurado en Surinam, Venezuela, Haití, Honduras y Costa Rica.
El Caribe, con Panamá a la cabeza, también lidera en el apartado comercio transfronterizo. Pero aquí habría que aclarar que las islas del Caribe suelen ser utilizadas para triangular exportaciones, práctica permitida por la Organización Mundial del Comercio (OMC) –de hecho, China lo hace con Hong Kong- pero que para el país de origen resulta ser una perforación de la base tributaria. Nuevamente, Venezuela sacó la peor calificación, junto con Paraguay, Haití y Uruguay, sorprendentemente…
La Argentina lidera en una variable: cumplimiento de contratos, ítem en el que supera a todos los países de la región.
Recordamos que los rankings son caprichosos como las fotos: si salen nítidas, favorecen a los retratados. Pero uno puede salir con los ojos cerrados, fuera de foco, movido… Y las estadísticas, es decir los números, pueden “torturarse” siempre hasta tal punto de que digan lo que uno quiere que digan.
jueves, 13 de enero de 2011
Un curioso informe
“Olvídense de China, América latina es el lugar donde debe estar si quiere obtener fuertes retornos en 2011 y después”, así comienza el informe de una cadena internacional de noticias que pone el eje en los mercados emergentes como factor de recuperación excluyente de la última gran crisis.
El análisis, como suele suceder, recopila las opiniones de economistas jefe de distintos bancos de inversión, cuyos “mandatos” son seguidos por la sed de gurúes que tienen los capitalistas de todo el mundo, ansiosos por saber dónde poner su dinero para ganar un poco más.
Dicen los especialistas que China ha venido tomando acciones vinculadas con las tasas de interés para intentar contener una latente inflación, producto de una economía que crece a ritmo sostenido desde hace años.
¿Y qué dicen de América latina? Que los flujos crecientes de capitales, una robusta demanda interna y menores riesgos de inflación son elementos que indican que la región está en condiciones de dar un paso adelante en 2011.
Llamativamente para algunos, los ejemplos dados son los de Brasil, Argentina, Perú y Venezuela… Y las palabras surgen de ejecutivos de una banca de inversión norteamericana: Merrill Lynch.
Con presupuestos estables, inflación controlada y la apertura al comercio exterior son reformas que, dicen, sustentan la base de un boom que hace que América latina salga a escena, de la mano, obviamente, de la fuerte demanda de materias primas de China e India.
El crecimiento económico de América latina promedió entre el 4 y 5 por ciento. Anual. Y muy por encima de los Estados Unidos y Europa.
“La deuda está bajo control, los bancos tienen buenas reservas y el comercio exterior florece. Es cierto que hay que hacer mucho todavía para combatir la pobreza, pero el consenso entre los economistas es que en 2011 los países latinoamericanos están bien posicionados para enfrentar la recesión internacional de
¿La cadena de noticias que lo reprodujo? Al Jazeera. La trascendencia, no obstante, de este informe quedó muy limitada en el entramado multimedial global.
jueves, 6 de enero de 2011
China, ¿La nueva Inglaterra?
La historia reciente del comercio exterior demostró el fracaso del libre comercio. La eliminación de los aranceles a las importaciones y de las barreras no arancelarias al comercio no desaparecerán en tanto exista un mundo desarrollado y uno en desarrollo.
Si en el pasado Inglaterra, luego Estados Unidos, luego
Su poder internacional ya nadie lo pone en duda. Escaló como exportador e importador a los primeros lugares. Es un fuerte inversor externo. Tiene la mano de obra más abundante del mundo. Y tiene plata: cuenta con la mayor cantidad de reservas en dólares.
Mientras la teoría contemporánea de la internacionalización de los negocios abundan en conceptos como la complementación e integración en cadenas productivas globales, el concepto de “socio comercial” pierde ante la avanzada china su contenido. El temor es que China no quiera ser socio, sino que quiera “comprarlo todo”.
¿Qué pretende China? ¿Y qué diferencia hay con lo que hacía, digamos, Inglaterra en el siglo XIX en el Río de
Lo que debería asustar a los planificadores de políticas externas, es el feroz crecimiento chino. Basta con ver las páginas de los diarios de hace, digamos, 10 o 15 años, para darse cuenta que prácticamente no existía relación comercial, de inversiones o de asociación política.
De repente, despuntó en el mundo, eclipsó a las potencias y dividió las aguas entre aquellos que lo ven como el nuevo factor de desarrollo económico y estructural (al modo británico de hace dos siglos, con sus ferrocarriles y sus manufacturas textiles, y sus frigoríficos más tarde), y aquellos que temen, justamente, el fantasma de una nueva potencia que impondrá nuevas reglas, que no dejan de ser las viejas prácticas verticales del comercio: comprar barato, vender caro.
China desplazó a